Mujeres afrodescendientes, migración y pobreza

Antropóloga Ana Cristina Solís, investigadora del CIELAC.

En el marco de la celebración de la III Jornada de la Interculturalidad que organiza la Dirección de Cultura este año en saludo al 44 aniversario de la UPOLI, se presentaron los resultados de la investigación “Mujeres afrodescendientes, migración y pobreza en Nicaragua”, elaborada por la Antropóloga Ana Cristina Solís, investigadora del Centro de Investigación de Estudios Latinoamericanos y Caribeños, CIELAC.

La investigación se llevo a cabo gracias al convenio que el CIELAC mantiene con el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), y el Programa sobre Pobreza en América Latina y el Caribe CLACSO-CROP organización que contribuye a repensar, desde una perspectiva crítica y plural, la problemática integral de las sociedades latinoamericanas y caribeñas. 

Entre los principales hallazgos de la investigación destacan que más de la mitad de la población centroamericana vive en condiciones de desigualdad, exclusión social, pobreza y pobreza extrema, incremento del desempleo y bajos salarios, factores sociopolíticos que repercuten en el crecimiento de la dinámica demográfica.

Asimismo se analiza en el estudio que los principales destinos que la población creole está seleccionando son Jamaica, Gran Caimán, Managua, Belice, Costa Rica, Panamá, Estados Unidos y los cruceros turísticos. “Donde el hecho de hablar inglés, como lengua materna, les da la posibilidad de incursionar en otros espacios laborales, en comparación con otros pueblos indígenas y comunidades étnicas del Caribe”, dijo la Antropóloga.

Antropologa Ana Cristina Solís en la presentación de la investigación

Según el estudio los principales motivos que llevan a las mujeres creoles a embarcarse son los bajos salarios, escasas oportunidades de empleo, búsqueda de satisfacer las necesidades básicas y por la construcción de imaginarios alrededor de las metas alcanzadas (como la construcción de casas, compra de vehículos y generación de negocios).

 “El proceso migratorio emprendido por las mujeres creoles del Caribe, está generando ciertas implicaciones que se manifiestan en el ámbito privado y público, lo que ha transformado las relaciones familiares. Lo que evidencia un alto porcentaje de familias desintegradas” dijo la investigadora.

Concluyó su presentación explicando que en los últimos años, la costa Caribe de Nicaragua ha sido escenario del incremento de población creole en los flujos migratorios, con diferentes destinos, rutas y temporalidad. Sin embargo, la participación de las mujeres en los flujos migratorios se ha masificado. “Es cada vez más característico que la decisión la tomen con autonomía, la cual puede variar en dependencia de factores como la autonomía económica, física y reproductiva con que cuentan las mujeres. La emigración representa el camino para superar la pobreza y la falta de oportunidades. Nos encontramos, con un escenario más que propicia nuevas formas de explotación laboral”.