Jóvenes aportando al desarrollo comunitario

Desde el año 2000 se conformó en Nicaragua la Asociación Jóvenes hacia la Solidaridad y el Desarrollo, JOVESOLIDES, cuyo objetivo es formar líderes gestores de cambio para impulsar el desarrollo comunitario.

El proyecto pionero de JOVESOLIDES, que tiene cinco años de ejecutarse, es la Residencia Universitaria “Casa Nueva”, financiado por la Fundación Bancaja de España. Tiene como fin favorecer el acceso a la educación superior a jóvenes de escasos recursos económicos provenientes del interior del país.

En la residencia conviven catorce becarios y becarias, entre ellos siete de la UPOLI, quienes realizan una importante labor social en los barrios El Recreo y Ayapal en Managua, impartiendo clases, brindando atención social a la niñez, juventud y mujeres de estas comunidades.

Siete sueños cumpliéndose

Liseth Urbina, Anet López, Eliam María Rojas, Brayan Palacios, Christian Centeno, Rodrigo Pineda y Daybeli Salmerón son los becados de la UPOLI que viven en la Residencia. Ellos son estudiantes de Mercadotecnia, Diseño Gráfico y Contaduría Pública y Finanzas. 

Estos jóvenes originarios de Jinotega, Boaco, León, Chontales y Bluefields coinciden que haber logrado la beca ha sido un privilegio, ya que la situación económica de sus padres les impedía imaginarse  estudiar en Managua, y en el caso de Cristian hasta había tomado la decisión de abandonar sus estudios para trabajar y contribuir de esa manera con su familia. “Esta beca no basta con decir que es buena, sino excelente, no sólo por el apoyo económico, el alojamiento, la alimentación, entre otros beneficios que nos brindan, sino porque nos permite trabajar en equipo, convivir con diferentes tipos de personas, fortalecer valores, y crecer como ser humano”, dijo Christian.

Eliam, la joven risueña del grupo, manifestó que esta beca le ha permitido descubrir muchas cualidades de ella, y contribuir en labores sociales que nunca se había imaginado.

Para poder optar a esta beca los jóvenes deben demostrar interés por participar en las actividades y proyectos, tener sentido de responsabilidad para cumplir los compromisos adquiridos, ser respetuosos y tolerantes, ser estudiantes activos de la UCA o la UPOLI, cursar sus últimos dos años de la carrera, tener excelencia académica, carecer de los medios económicos necesarios para costear su carrera y proceder del interior del país.

Semanalmente estos jóvenes atienden a 150 niños de los barrios Ayapal y El Recreo, a quienes les brindan reforzamiento de Español y Matemática, además de enseñanza musical como parte de la labor social que incluye la beca.

Tanto Anet como Rodrigo describen que trabajar con niños es muy confortable, ya que ellos brindan un cariño sincero y eso les ha marcado esta etapa de sus vidas, además los niños carecen muchas veces de afecto en sus hogares, y con ellos lo han encontrado.

“Cuando uno ve que los niños están aprendiendo, eso te motiva a seguir trabajando. Sinceramente yo inicié mi labor social con miedo, pero hoy tanto Christian como mi persona vamos más allá de la enseñanza básica, ya que a través de talleres entusiasmamos a los niños para que amen ir a la escuela”, afirmó Brayan.

Desde la fundación de la Residencia Universitaria “Casa Nueva” en abril del 2005 hasta la fecha, los logros han sido visibles: Se han beneficiado a 45 estudiantes universitarios, creció la excelencia académica de los becados, hubo un mejoramiento de las condiciones de vida de los universitarios, desarrollaron habilidades sociales y valores como la solidaridad, tolerancia, responsabilidad, habilidad para dialogar, entre otros.

Lisseth, una de las becadas con más tiempo en la Residencia, afirmó que esta oportunidad le ha permitido comprender mejor la necesidad de tender una mano, porque todos los seres humanos tienen valor, por eso su enfoque luego de concluir su carrera será en esa dirección.

Rodrigo, Anet, Christian, Eliam y Brayan, además de perfilarse como grandes empresarios, con mucha sensibilidad, en un futuro no muy lejano pretenden cada uno conformar su propia empresa que contribuya al desarrollo de la nación, generando empleo y apoyando el desarrollo de cada una de las comunidades de donde son originarios.

Todos expresan que la base para sus vidas es Dios, quien los ha bendecido para lograr sus propósitos como estudiantes, por lo cual afirman que no hay metas imposibles de alcanzar cuando uno se aferra al Señor.

Estos jóvenes hoy se consideran hombres y mujeres nuevos, con visión clara de ser profesionales útiles a la sociedad desde sus comunidades. Ellos tienen proyectos y sueños ambiciosos que tienen como único fin servir a su prójimo.